Según la Personería Distrital de Medellín, hay más de 500 indígenas que se encuentran en situación de mendicidad en la ciudad, el agravante de esta problemática es que muchos de ellos son menores de edad obligados a bailar por monedas en las calles.
Esta situación tiene azotados los sitios públicos de la ciudad, como: el Parque Berrío, la Avenida Oriental, La Playa, El Palo, la Avenida El Poblado, desde el San Fernando Plaza hasta el Centro Comercial Premium Plaza; y en la Avenida Regional, a la altura de las estaciones Aguacatala y El Poblado del Metro de Medellín.
El Grupo de Asuntos Étnicos Migrantes y Refugiados, logró identificar que, principalmente, estas mujeres y niños pertenecen al resguardo Tahami, perteneciente a la etnia Emberá Katio del Alto Andágueda en Bagadó Chocó, que migran a la ciudad como víctimas del conflicto armado. Además, el ICBF manifiesta que ha tenido dificultades en la comunicación para llegar a cabo el proceso de reintegración de los niños indígenas que han sido retirados de sus núcleos familiares.
