📸 Imagen cortesía Goberación de Antioquia
¿Destino divino o anhelo terrenal?
Este miércoles 16 de julio de 2025, en San Pedro de los Milagros, un puñado de municipios antioqueños alzan la mirada hacia el mundo, buscando un lugar en la Red Mundial de Destinos de Turismo Religioso y Espiritual.
San Pedro de los Milagros, Angostura, Santa Rosa de Osos, Jericó, Girardota, Sabaneta, La Estrella, El Peñol, Marinilla, La Ceja, El Santuario y Santa Fe de Antioquia se postulan con la esperanza de ser reconocidos más allá de sus fronteras. Hoy solo Cartagena y Buga, en Colombia, ostentan ese sitial en esta exclusiva red.
¿Qué mueve a Antioquia a este giro espiritual? Óscar Andrés Sánchez Álvarez, director de Turismo, lo explica con pausa: “Se trata de abrir nuevos caminos y puertas en ferias y ruedas de negocio internacionales, donde agencias especializadas esperan descubrir rutas auténticas para viajeros que buscan, más que paisaje, experiencias profundas”. La apuesta no es solo turística, sino un puente hacia un público que anhela lo intangible.
La Secretaría de Desarrollo Económico acompaña el proceso, no sin exigir que cada municipio consolide rutas de peregrinación robustas, con servicios cuidados en transporte, hotelería y gastronomía, y, sobre todo, guías que no solo informen, sino que narren con alma. El reto está en transformar fe en experiencia palpable y memorable.
San Pedro, escogido para este encuentro, no es casualidad. Su historia reciente lo posiciona como líder en turismo religioso antioqueño, un título que aspira a proyectar sobre sus vecinos.
Más que un sello internacional, esta postulación refleja un deseo colectivo de Antioquia: que sus voces y sus tradiciones encuentren eco en un mundo donde el turismo religioso crece como alternativa y refugio. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿podrán estas comunidades moldear el fervor en oferta concreta y sostenible? El tiempo, y la mirada atenta del mercado global, darán las claves.
