El precio del dólar ha experimentado un aumento significativo en Colombia, superando la barrera de los $4.300 pesos, una cifra que genera preocupación en el panorama económico nacional. Este incremento se atribuye a una combinación de factores externos e internos que están impactando la moneda colombiana de manera más pronunciada en comparación con otros países de América Latina.
Uno de los principales factores externos es la creciente tensión comercial a nivel global, especialmente la guerra comercial desatada por los aranceles impuestos por Donald Trump. Estas medidas han generado incertidumbre en los mercados financieros, lo que ha llevado a los inversores a buscar refugio en el dólar estadounidense, considerado un activo más seguro en tiempos de volatilidad.
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A nivel interno, la economía colombiana enfrenta desafíos adicionales. El aumento del déficit fiscal y la deuda pública generan desconfianza en los inversores, quienes perciben un mayor riesgo al invertir en el país. Además, las recientes tensiones políticas y las declaraciones del presidente Petro sobre las relaciones con Estados Unidos han contribuido a la incertidumbre y la volatilidad del mercado cambiario.
En comparación con otros países de América Latina, Colombia se ve más afectada debido a su mayor dependencia de las exportaciones de petróleo y otros productos básicos, cuyos precios son sensibles a las fluctuaciones del mercado internacional. Además, la situación política y económica interna genera una mayor percepción de riesgo en los inversores, lo que debilita aún más la moneda colombiana.