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El dólar en Colombia vuelve a tensar la cuerda
Este lunes 20 de octubre, la cotización del dólar en Colombia cerró en un promedio de $3.884,46, marcando un alza del 1,44% frente al cierre anterior. La jornada quedó signada por una atmósfera de incertidumbre construida sobre la escalada de tensiones diplomáticas y comerciales entre Bogotá y Washington.
Desde las 8 de la mañana, la divisa estadounidense mostró una volatilidad destacable, oscilando entre mínimos de $3.846 y máximos que rozaron los $3.893,51 en los primeros instantes del mercado. Según cifras oficiales de la Superintendencia Financiera y análisis de Credicorp Capital, esta sacudida fue paralela a un aumento generalizado en la incertidumbre del mercado, que a pesar de una Tasa Representativa del Mercado (TRM) fijada en $3.808,12 por el Banco de la República, reflejó la presión alcista sobre la moneda local.
Detrás de estas fluctuaciones resuena fuerte la crisis diplomática que sacude la relación bilateral. La irritación se profundizó cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, señaló directamente a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, con acusaciones de vínculos con el narcotráfico. A esto se sumaron recortes en la ayuda financiera destinada a Colombia, así como la imposición de nuevos aranceles a productos nacionales, medidas que han inquietado a sectores clave de la economía colombiana, especialmente los vinculados a exportaciones agropecuarias y la estabilidad macroeconómica.
“Este renovado riesgo de escalamiento en restricciones comerciales coloca nuevamente las relaciones con Estados Unidos bajo el microscopio de los inversionistas,» comenta David Cubides, economista jefe del Banco de Occidente. «Este factor pesa más que otros elementos positivos que hemos experimentado en el último período,” añade, apuntando a la fragilidad del escenario actual.
En medio de estas turbulencias, la moneda estadounidense no solo evidencia el pulso tenso entre dos gobiernos sino también la vulnerabilidad de una economía dependiente del flujo comercial y político con su vecino del norte. La pregunta que queda en el aire es si esta tormenta pasajera desembocará en un reajuste durable o si, por el contrario, el dólar en Colombia seguirá siendo protagonista de una novela que mezcla geopolítica, economía y el destino de miles de colombianos. ¿Podrá la economía nacional resistir este nuevo embate sin que la confianza se erosione aún más?