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21 años tras las rejas por el horror invisible
En la madrugada del jueves 17 de julio de 2025, en un tribunal federal de Florida, Estados Unidos, se dictó una condena que pretende cerrar un capítulo oscuro: 21 años de prisión para Hamzeh Mohammad Anasweh, ciudadano jordano-estadounidense de 57 años, acusado y probado culpable de delitos sexuales contra menores en Medellín, Colombia.
El caso salió a la luz tras una investigación que arrojó evidencias contundentes: entre 2022 y 2024, Anasweh viajó repetidamente a la ciudad de Medellín, protagonizando encuentros que la justicia ahora clasifica como crímenes. En esos viajes cometió abusos contra al menos dos menores de 17 años, y almacenó imágenes explícitas de ese abuso en su teléfono móvil. Fue precisamente ese material el que selló su destino en el juicio.
Pero no bastaría con la sola captura para explicar esta historia. El 12 de julio de 2024, en el aeropuerto internacional de Miami, Anasweh fue detenido justo antes de abordar un vuelo hacia Medellín. Este operativo fue resultado directo del sistema Angel Watch, una red de vigilancia estadounidense diseñada para interceptar a viajeros con antecedentes sexuales contra menores. La colaboración entre agencias como Homeland Security Investigations (HSI), FBI, la policía colombiana y la embajada de EE. UU. en Colombia, fue esencial para actuar en esta causa. Colombia había alertado sobre los movimientos y las conexiones sospechosas del acusado con menores a través de las redes sociales.
Durante la revisión de sus dispositivos electrónicos las autoridades hallaron imágenes y videos escalofriantes: Anasweh aparece desnudo junto a niños, una prueba irrefutable de su implicación. La fiscalía destacó que el acusado no solo consumó los actos, sino que además mantenía contacto directo con al menos una víctima, plenamente consciente de su edad, y que, a cambio de favores sexuales, ofreció transferencias de dinero a varias adolescentes.
Este caso no solo desnuda la tragedia individual de las víctimas, sino que evidencia los vacíos y desafíos en la lucha contra el abuso infantil en el plano global. ¿Cómo detener el flujo de abuso cuando las redes traspasan fronteras? ¿Puede la justicia internacional ser realmente eficaz en un mundo conectado y a la vez dividido? Mientras Hamzeh Mohammad Anasweh enfrenta su sentencia, la pregunta persiste: ¿cuántos casos similares permanecen en la sombra, esperando que la luz de la justicia los alcance?