Una investigación publicada en la revista The Lancet Planetary Health, revela que las altas temperaturas durante el embarazo pueden duplicar el riesgo de leucemia linfoblástica aguda (LLA) en niños. Este estudio, realizado por la Escuela de Salud Pública de Yale, es el primero en evaluar directamente la asociación entre la exposición a altas temperaturas ambientales durante la gestación y el riesgo de cáncer infantil, destacando así un nuevo factor de riesgo significativo.
El estudio analizó datos de nacimientos y cáncer en California, incluyendo a 6,258 niños con LLA y 307,579 sin la enfermedad. Los investigadores encontraron que la mayor asociación entre la temperatura ambiente y el riesgo de LLA se observó en la octava semana gestacional. Durante esta semana, una temperatura media semanal de 30 grados celsius se vinculó con un riesgo casi doble de desarrollar LLA en comparación con una temperatura media semanal de 10 grados celsius.
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El profesor Tormod Rogne, primer autor del estudio, afirmó que estas investigaciones añaden peso al creciente corpus bibliográfico que resalta los efectos adversos de las altas temperaturas no solo en la salud inmediata, sino también en enfermedades crónicas futuras. Además, el estudio pone de relieve la vulnerabilidad de ciertos grupos, como los niños latinos, quienes presentan un riesgo entre un 30 y 40 por ciento mayor de padecer LLA en comparación con los niños blancos no latinos.
La investigación concluye que es crucial considerar las condiciones ambientales durante el embarazo para mitigar los riesgos de enfermedades graves en la descendencia.