
El cambio climático está afectando negativamente a las plantas de café, ya que son muy sensibles a las fluctuaciones de temperatura y precipitación. Como resultado, las áreas actualmente aptas para el cultivo del café acabarán reducidas hasta en un 50%, lo que tendría graves consecuencias económicas para todos.
Para comprender la magnitud del peligro para la producción de café, los investigadores han realizado un análisis sistemático de la literatura sobre amenazas climáticas y eventos compuestos en regiones productoras de café entre 1980 y 2020. En total, identificaron 12 peligros climáticos que amenazan los cultivos de café en los 12 principales países productores de café.
Entre estos puntos calientes de amenazas del café se encontraban escenarios en los que las temperaturas son demasiado frías durante la temporada de floración o demasiado cálidas durante el tiempo de crecimiento. Según su análisis, las amenazas al cultivo de café no han cesado de aumentar en la mayoría de las regiones tenidas en cuenta, lo que sugiere que El Niño es el principal modo de explicar la variabilidad de los eventos climáticos compuestos, tanto a nivel mundial como regional.
Los peligros a nivel regional son indicativos de un riesgo sistémico para la producción de café, más que un riesgo local. Al igual que con otros cultivos, las malas cosechas sincronizadas plantean un riesgo sistémico para el comercio mundial de café. Dado que las proyecciones del cambio climático muestran que es probable un aumento continuo de las temperaturas en los trópicos, se espera que la producción de café siga experimentando choques sistémicos continuos en respuesta a los peligros climáticos espacialmente compuestos.
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