📸 Cortesía: Presidencia
¿Un himno para la esperanza latinoamericana?
Este jueves 3 de julio de 2025, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó una convocatoria que busca trazar un nuevo camino para la identidad cultural de América Latina y el Caribe.
La propuesta es tan ambiciosa como simbólica: crear el primer himno que represente a toda la región bajo el lema “El centro vital de la Tierra”. Esta idea, iniciada por el expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica y promovida por el Colectivo Cultural por la Integración, pretende ser mucho más que una canción. Busca tejer una narrativa común que exprese la diversidad, la historia y los valores compartidos de los países latinoamericanos.
Desde su cuenta en X (antes Twitter), Petro extendió la invitación a todos los ciudadanos latinoamericanos. “Se abre el concurso para establecer cuál sería el himno de Latinoamérica y el Caribe. Me gustaría que el arte se expresara en ese himno y la historia indómita de nuestro rincón del mundo: el centro vital de la Tierra”, escribió el mandatario, apuntando a un símbolo capaz de convocar emociones y esperanza.
La organización detrás del concurso subraya que esta iniciativa responde a una “aspiración profunda y compartida que busca unir a nuestros países en un lazo de solidaridad, cooperación y respeto mutuo”. En esta visión, el himno debe ofrecer un contrapunto a las divisiones políticas, siendo un canto que refuerce la integración cultural al estilo de la Unión Europea.
Originalmente pensado para cerrar el 28 de febrero de 2025, el plazo se extendió hasta el 1 de diciembre para permitir una mayor participación. Las obras deben durar entre 2 y 4 minutos y componerse sobre un texto original que refleje la identidad latinoamericana, evitando discursos que polaricen o confronten. Además, se requiere incluir al menos dos ritmos típicos del continente —la samba, el joropo, la guajira o el reguetón—, intentando fundir tradición y modernidad en un solo compás.
Aunque el desafío es enorme —¿puede una sola melodía encapsular la vasta complejidad de América Latina y el Caribe?—, la convocatoria ya ha encendido un espíritu de movilización cultural. A partir de ahora, miles de músicos, poetas y ciudadanos comunes comienzan a soñar con un canto que no sólo suene, sino que también una.
El tempo está marcado. ¿Logrará la música sanar heridas y construir un puente entre la diversidad de esta región? El himno del “centro vital de la Tierra” comienza su composición, mientras la incertidumbre y la esperanza laten al mismo ritmo.