La mañana de este martes, tanto el Ministerio de Defensa de Rusia como el presidente Vladímir Putin, confirmaron que varios aviones no tripulados pertenecientes a Ucrania fueron dirigidos contra la población de Moscú. Afirmaron que su sistema de defensa antiaéreo evitó una tragedia, pero que igual necesitan mejoras.
“Todos los drones enemigos han sido derribados. Tres de ellos fueron suprimidos por medio de guerra electrónica, perdieron el control y se desviaron de sus objetivos previstos. Otros cinco drones fueron derribados por el sistema de misiles tierra-aire en la región de Moscú”, informó la cartera de Defensa sobre el ataque.
El presidente Putin indicó que la intención de Ucrania con este ataque fue “intimidar a los ciudadanos rusos con ataques en edificios residenciales”, que calificó como terrorista. Al mismo tiempo, quiso aclarar que los ataques de Rusia están dirigidos específicamente contra infraestructuras militares y no civiles.
Sin embargo, estas afirmaciones son puestas en duda por las mismas evidencias que hay de sectores residenciales ucranianos afectados por ataques militares rusos. Además, continuó diciendo que, desde Ucrania, “nos están provocando para que respondamos de la misma manera. Tendremos que considerar cómo abordar esto”.
Este ataque sucede después de una seguidilla de ataques rusos con drones en Kiev, que sí han ocasionado la muerte de por lo menos dos civiles. En este ataque, las fuerzas de defensa antiaérea ucraniana lograron destruir los drones, pero los restos de estos impactaron en edificios residenciales.