¿BARRANQUILLA, EPICENTRO DE LAS TRANSFORMACIONES QUE AMÉRICA LATINA ESPERA?
Un encuentro sin precedentes
Entre el 8 y el 11 de julio de 2025, Barranquilla se convertirá en escenario inaugural para América Latina del Foro de Desarrollo Local organizado por la OCDE. Dos jornadas decisivas, los días 9 y 10, que congregarán a líderes de 38 países responsables de más del 68 por ciento del PIB mundial. Un foro donde se confrontarán no solo cifras y políticas, sino las esperanzas y desafíos que moldean el futuro económico y social en la región y el resto del planeta.
Una ciudad que habla con hechos
La elección de Barranquilla como sede no es casualidad ni producto del azar. Su proceso de transformación urbana, el éxito a la hora de cerrar brechas sociales y la fluidez organizativa en eventos internacionales la posicionan como un referente regional. En ese contexto, la ciudad no solo recibe visitantes, sino que exhibe una historia de resiliencia y progreso tangible, que inspira las discusiones que enfocarán el foro.
Una conversación plural y urgente
Más de 500 asistentes nacionales e internacionales, provenientes de gobiernos, sector empresarial, academia y organizaciones multilaterales, se reunirán bajo el lema Inspiraciones globales, transformaciones locales. Cinco ejes marcarán el debate: sostenibilidad, inclusión, innovación, economía y cooperación. Temas que reflejan las oportunidades y obstáculos que enfrentan hoy las ciudades y regiones, pero también las aspiraciones colectivas hacia modelos de desarrollo más justos y sostenibles.
Los retos sobre la mesa
Habrá una mirada puesta en modelos que promuevan desarrollo sostenible e inclusivo, economías circulares y estrategias para la adaptación al cambio climático. Igualdad de oportunidades, innovación social y tecnológica, el papel fundamental de la inteligencia artificial y la economía del cuidado también resonarán con fuerza. Específicamente, la inclusión de jóvenes y mujeres en el mercado laboral, y el impulso a economías verdes y creativas, adquieren especial relevancia para América Latina, un continente que observa, pero también quiere actuar.
La voz que encarna la ciudad
Alejandro Char, alcalde de Barranquilla, sintetizó la esperanza y el compromiso local con estas palabras: «Como barranquilleros y colombianos, no podríamos sentirnos más orgullosos». Más que un evento, el foro representa una plataforma que convoca —en medio de incertidumbres globales— el diálogo, la cooperación y los proyectos que podrían erosionar las desigualdades persistentes.
¿Qué queda en el horizonte?
Cuando las últimas jornadas del foro se apaguen, quedará la pregunta suspendida en el aire: ¿Estará Barranquilla a la altura de las expectativas globales? Un desafío que implica no solo acoger a figuras internacionales, sino traducir esas inspiraciones en transformaciones palpables para sus ciudadanos y para toda América Latina.