El museo del 9/11 revive la historia del Hangar 17, donde se conservaron los recuerdos del World Trade Center

📸 Cortesía: Amy Dreher
Hangar 17, el guardián silencioso de la memoria del 11-S

Un espacio cerrado, casi olvidado, pero lleno de historias latentes.

Nueva York, 29 de octubre de 2025. El Museo del 9/11 convoca a expertos para un conversatorio: “Documenting Destruction: The Story of Hangar 17”. Un evento que desvela cómo después del devastador ataque del 11 de septiembre de 2001, este hangar en el aeropuerto JFK se convirtió en un santuario temporal para miles de fragmentos de la tragedia.

Tras la caída de las Torres Gemelas, Manhattan quedó sepultada bajo casi 1,8 millones de toneladas de escombros. En ese mar de destrucción y espera, la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey autorizó a un selecto grupo —ingenieros, arquitectos y conservadores— a actuar con una misión clara: rescatar y preservar objetos que contuvieran la esencia de lo sucedido. En las entrañas del Hangar 17, cerrado al público y protegido por estrictos controles de humedad en sus 24.000 metros cuadrados, se almacenaron más de 1.500 piezas, desde escombros hasta objetos personales, cada uno con su propia historia y carga emocional.

En esta reunión de voces, Clifford Chanin, vicepresidente ejecutivo del Museo, junto a Amory Houghton III, Mark Wagner y Steven Weintraub, se adentrarán en la complejidad ética y técnica de conservar la memoria material de una herida abierta. Hablarán del cuidadoso proceso curatoral que convirtió algunos artefactos en piezas permanentes del museo, mientras que otros partieron hacia destinos menos visibles, diseminados pero nunca olvidados.

Este encuentro no es solo una revisión histórica. Es una invitación a reflexionar sobre el peso humano que recalca la labor de conservar, entre la destrucción y el recuerdo, un legado que insiste en permanecer presente. ¿Cómo resistir al olvido cuando los objetos hablan más que las palabras? La respuesta se busca en el corazón de Hangar 17, donde la memoria se hace tangible y el tiempo parece suspenderse.

La ciudadanía y los visitantes del museo esperan que, con este diálogo, no solo se renueve el compromiso con la memoria del 11-S, sino también con la justicia emocional que late en cada fragmento rescatado. Porque el dolor no sólo se mide en vidas perdidas, sino en la capacidad de recordar sin perder la humanidad.

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📸 Imagen cortesía[LA MAGIA QUE VISTE EL AMARILLO] Este 6

📸 Imagen cortesíaJusticia para un inocente silente En Sonsón, Antioquia,