Foto: Vatican Media
El pasado domingo 11 de febrero el Vaticano canonizó a María Antonia de Paz y Figueroa, también conocida como María Antonia de San José o Mama Antula, convirtiéndola en la primera mujer argentina en ser declarada santa. Antes de ella, otros tres argentinos ya fueron declarados santos por la Iglesia Católica.
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“Un regalo para el pueblo argentino, pero también para toda la Iglesia”, expresó el papa Francisco sobre la canonización de esta religiosa en la Basílica de San Pedro, ante 300 peregrinos argentinos que fueron a participar de este evento histórico. Así, siguieron la ceremonia en honor a una de las principales figuras de la Compañía de Jesús en Argentina del siglo XVIII.
En vida, recorrió por dos años hasta nueve provincias argentinas con el fin de evangelizar, haciendo sus trayectos descalza a través de bosques, montañas y paisajes agrestes de los que no sabía nada. Se dice que nunca tuvo percances y que las veces que se vio herida o enferma se sanó por obra de una “mano invisible”.
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Mama Antula fue beatificada en 2016 por aprobación de Francisco, después de más de 100 años de haberse instaurado su proceso ante la Santa Sede. Finalmente, Argentina cuenta con su primera mujer santa y jesuita, orden a la que pertenece el actual papa, el también argentino Jorge Bergoglio.
“La caridad de Mama Antula, sobre todo en el servicio a los más necesitados, hoy se impone con gran fuerza”, señaló el obispo de Roma frente a la vida de Mama Antula, quien nació en Santiago del Estero el 11 de febrero de 1730 y falleció el 7 de marzo de 1799. En esta ceremonia hicieron presencia el presidente argentino Javier Milei y su hermana Karina Milei.
