La paternidad es un papel fundamental en la vida de muchos hombres, pero su importancia va más allá de la simple reproducción y crianza de los hijos.
Fiodor Dostoievski, novelista ruso del siglo XIX solía repetir “el alma se cura al estar con los niños” lo que de hecho también se relaciona con los estudios de la Universidad de Yale donde se encontró que los hombres que son padres tienen una esperanza de vida más larga que aquellos que no lo son.
Los investigadores creen que esto se debe en parte al hecho de que la paternidad fomenta hábitos saludables, así como una mayor motivación para cuidar de sí mismo.
En una encuesta realizada a padres primerizos, el 90% dijo que la paternidad les había dado una nueva perspectiva sobre la vida y les había hecho sentir más agradecidos y conectados con el mundo, afirmando que la paternidad es una experiencia emocionalmente transformadora.
Para algunos padres, este nuevo rol también los lleva a sentirse en una experiencia romántica y profundamente conmovedora, este es el caso de Andrés Neuman, escritor y poeta argentino, que dedicó su libro ´Umbilical´ para escribir sobre un conmovedor relato de la gestación de un padre.
“Me has enseñado que eres completo así, babeando y en pañales, maestro del instante. Me niego a definirte según lo que, en teoría, aún te falta. No echo de menos nada de lo que nos anuncian. Ya quisiéramos todos los seres terminados alcanzar tu económico prodigio. Uno por uno, exprimes tus recursos hasta el fondo con una precisión que perderás cuando ganes el resto. Eres perfecto, hijo, en tus carencias”. Escribe Neuman.
Pero la paternidad también tiene sus desafíos; los padres a menudo tienen que equilibrar su papel de proveedores con sus responsabilidades familiares y pueden sentir presión para ser fuertes y protectoras en todo momento, y aunque no siempre es fácil, el amor y la conexión que se desarrollan entre un padre y su hijo son sensaciones que como dice la canción “quien lo vive es quien lo goza”.