En Colombia, una nueva tendencia en joyería sostenible está ganando fuerza, caracterizándose por su compromiso con la protección del medio ambiente. La producción de joyas con «oro verde» es una de las principales innovaciones en este ámbito, asegurando que el proceso de extracción no contamine el agua con mercurio o cianuro. En 2022, la minería ilegal en el país aumentó un 8%, abarcando el 73% del área total dedicada a esta actividad. De las 94.733 hectáreas utilizadas para la minería, 69.123 eran ilegales, resultando en la degradación de más de 100.000 hectáreas de terreno.
La joyería sostenible ha emergido como una respuesta viable, adoptada por figuras prominentes, marcas de lujo y joyerías. Esta tendencia busca mitigar los graves impactos ambientales y sociales de la producción de joyas. Durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo en 2019, se subrayó que la industria de la joyería es una de las más contaminantes del mundo, utilizando 93.000 millones de metros cúbicos de agua anualmente y liberando en los océanos una cantidad de microfibras equivalente a tres millones de barriles de petróleo.
Un ejemplo destacado de joyería sostenible en Colombia es Joyería Inter, que ha adoptado diversas estrategias para ser eco-amigable. Uno de sus proyectos más importantes es la producción de joyas con «oro verde». Este oro se obtiene mediante una certificación de origen que garantiza métodos de extracción responsables, evitando la contaminación con mercurio o cianuro.
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Además, se pagan regalías que benefician a las regiones de origen y se promueve el uso de oro reciclado, incentivando a los clientes a reutilizar sus viejas joyas.
«La joyería sostenible implica que todas las piezas producidas a partir de minerales como el oro o las esmeraldas sean creadas con ética y conciencia ambiental desde su diseño hasta su manufactura, empaque y distribución», explica John Restrepo, director administrativo de Joyería Inter.
Además, todos los diamantes vendidos por Joyería Inter cuentan con la certificación del Proceso de Kimberley, asegurando que no son «diamantes de sangre» provenientes de zonas de conflicto. Con iniciativas como estas, la joyería sostenible en Colombia no solo busca preservar el medio ambiente, sino también promover prácticas éticas y responsables en toda la cadena de producción.
