¿UN RESPIRO EN PLENA TORMENTA HORMONAL?
Este junio de 2025, en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO), se presentó una noticia que podría cambiar la vida de muchas mujeres con cáncer de mama HR+. El medicamento elinzanetant, un fármaco no hormonal desarrollado por Bayer, demostró una capacidad significativa y rápida para aliviar los sofocos que provocan las terapias endocrinas, uno de los síntomas más devastadores de los tratamientos actuales.
El cáncer de mama con receptores hormonales positivos representa un desafío doble: las pacientes deben enfrentar la enfermedad y, a la vez, convivir con los efectos secundarios de la terapia hormonal, que incluyen sofocos intensos que deterioran su calidad de vida. Estos síntomas limitan a menudo las opciones de tratamiento para controlar la menopausia inducida, pues los fármacos hormonales convencionales pueden aumentar el riesgo de recurrencia tumoral. Aquí es donde elinzanetant muestra su valor único.
El estudio clínico OASIS-4, internacional y multicéntrico, midió durante 12 semanas los resultados de este nuevo fármaco en mujeres que sufrían sofocos moderados a severos como efecto colateral de su terapia endocrina. Lo extraordinario fue la rapidez: desde la primera semana elinzanetant logró reducir tanto la frecuencia como la intensidad de estos episodios. Además, mejoró aspectos claves como la calidad del sueño y el bienestar general, otros dos cabos sueltos que afectan profundamente el día a día de estas pacientes.
Su mecanismo, a diferencia de los tratamientos tradicionales, no altera los niveles hormonales. En cambio, bloquea los receptores de neuroquinina 1 y 3 en el sistema nervioso central, modulando la temperatura corporal. Un abordaje que evita riesgos de recaída y abre una puerta segura para quienes no pueden asumir terapias hormonales adicionales.
En materia de seguridad, los datos también son alentadores. Durante un seguimiento de un año, no se reportaron efectos adversos que obligaran a interrumpir el fármaco, un dato que alimenta la esperanza de que esta innovación pueda convertirse en una alternativa real para muchas mujeres atrapadas en la encrucijada del cáncer y sus síntomas.
Sin embargo, las preguntas persisten: ¿logrará esta nueva vía abrir paso a tratamientos menos agresivos y más humanos? ¿Podrá elinzanetant convertirse en el aliado que tantas pacientes esperaban? A partir de ahora, la comunidad oncológica y las pacientes miran con atención ese horizonte donde la ciencia promete aliviar el dolor sin sacrificar la seguridad.
