
A través de un comunicado, el frente de guerra nororiental del ELN se atribuyó el atentado con explosivos que asesinó a dos policías el pasado miércoles 24 de mayo. Los hechos, ubicados en el municipio de Tibú, Norte de Santander, dejaron otra víctima fatal civil y seis personas más heridas.
Según el grupo ilegal, el ataque se debió a que están “desarrollando acciones para enfrentar al aparato militar estatal y paraestatal que continúan en su propósito de desestabilizar a los territorios. Dice también el comunicado, que este hecho concreto fue una respuesta a la “intimidación” del Ejército y la Policía en el territorio de Tibú.
A pesar de la justificación de la acción terrorista, el grupo guerrillero lamentó el fallecimiento de la civil Katherine Castillo que sufrió el atentado. “Dicha acción no tenía como propósito producir esas afecciones”, se lee en el texto.
El presidente Gustavo Petro se pronunció frente a este lamentable suceso, y aseguró que tal acto criminal no quedará en la impunidad. Los dos policías que fallecieron fueron identificados como el patrullero Andrés Idárraga Orozco y el subintendente Ángelo Raúl Martínez. Este último, según medios locales, había pedido un traslado días antes del atentado y se lo habían negado.