📸 Imagen cortesía Alcaldía de Medellín
¿Inundaciones a raya?
Este 2025, Medellín se enfrenta nuevamente a la segunda temporada de lluvias, marcada por precipitaciones superiores al promedio histórico. Ante este desafío climático, la Alcaldía de Medellín no ha esperado a que las aguas crezcan: está ejecutando desde ahora limpiezas y controles en 14 deprimidos viales de la ciudad, esenciales para evitar inundaciones y garantizar la seguridad vial.
Desde Villanueva hasta La Alpujarra, de Los Músicos a Bulerías, el balance oficial habla de un terreno barrido que suma ya 19.850 metros cuadrados. Pero no es solo polvo y hojas; la operación ha destapado y limpiado 11 rejillas de concreto y despejado 77 sumideros y desagües. Así reportan la Secretaría de Medio Ambiente y el Comité de Ornato y Aseo, voces que sostienen estas acciones como vitales para mantener el pulso de la ciudad ante la lluvia.
La limpieza va más allá del simple barrido: implica liberar las rejillas y sumideros, asegurar que los desagües cumplan su función y, fundamentalmente, disponer de los residuos sólidos en lugares adecuados. Sergio Orozco, subsecretario de Gestión Ambiental, sintetiza esta misión: “Garantizamos la correcta disposición de las aguas residuales a través de las tuberías, evitando así las inundaciones y posibles accidentes de tránsito”. Un mensaje claro: no proteger estas vías es exponerse a riesgos que Medellín quiere evitar a toda costa.
Pero la acción no se sostiene sola. Es el fruto de una alianza entre la Alcaldía, la Policía Nacional, Emvarias y EPM; una sinergia que se materializa en labores diarias y coordinadas para sostener la ciudad en pie. Juliana Coral, gerente del Centro y Territorios Estratégicos, destaca la magnitud del esfuerzo en zonas tan críticas como el Centro y El Poblado: “Esta es una tarea titánica del comité de ornato y aseo que todos los días trabaja para que el agua no se convierta en un enemigo, sino en un aliado”.
La pregunta que persiste es inevitable: ¿será suficiente este trabajo preventivo ante lluvias inusuales y crecientes? Mientras Medellín barre, limpia y despeja, la gran prueba será la paciencia y reflexión colectiva para mantener estas vías libres de agua y tragedia. Porque en el fondo, más que infraestructuras, son vidas las que se juegan en este juego contra la lluvia.