Foto: RFEF
Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, ha estado bajo la lupa tras haber besado a la jugadora Jenni Hermoso después de que la selección ibérica ganara el Mundial. Luego de anunciar que no iba a dimitir, la FIFA lo suspendió de sus funciones y ahora está siendo investigado por la Fiscalía española.
Tras su polémico discurso ante la Asamblea General de la RFEF, en el que aseguró que el beso había sido consensuado, algo que negó la propia Hermoso, y que se iba a defender por todos los medios legales ante los “ataques” de los que estaba siendo víctima, Rubiales fue suspendido provisionalmente por la FIFA: no podrá fungir como presidente durante 90 días mientras el ente regulador del fútbol mundial lleva a cabo un procedimiento disciplinario.
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Además de esto, la Fiscalía española anunció que inició una investigación contra Rubiales por el “presunto delito de agresión sexual”. De igual manera, dijeron que se contactarán directamente con la futbolista para hacerle saber que puede hacer una denuncia formal contra el ahora suspendido presidente de la Federación, en la que ya hubo varios movimientos de salida tras lo sucedido en Australia: el presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino de España, Rafael del Amo, presentó su dimisión tras la Asamblea General, y once integrantes del cuerpo técnico de la selección campeona del mundo también renunciaron, dejando solo al director técnico, Jorge Vilda.
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Como si todo esto fuera poco, en la historia se escribió un capítulo inesperado: la madre de Rubiales, Ángeles Béjar, se ha declarado en huelga de hambre hasta que haya “justicia” para su hijo, quien considera que está siendo víctima de una “cacería inhumana y sangrienta”.
