En horas de la tarde de este martes 3 de septiembre, encapuchados alteraron el orden público de la Universidad Nacional con artefactos explosivos y propaganda subversiva, pero lo que generó la indignación de la comunidad estudiantil, fue un hecho delincuencial en uno de los cajeros del campus académico.
Aprovechando el desorden, unos supuestos manifestantes universitarios detonaron un explosivo en un cajero automático y, al parecer, le extrajeron el dinero para luego salir huyendo del lugar.
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El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, rechazó el hecho y en su cuenta de X escribió «Es el colmo que en Colombia se siga mal utilizando el derecho a la protesta y la autonomía universitaria por parte de grupos clandestinos para ejercer el terrorismo con impunidad. Estos encapuchados no son estudiantes ni hacen protesta social, son terroristas, criminales y merecen ser tratados como tal. Ni las Universidades ni Medellín pueden ser refugio para bandidos».
Las autoridades investigan los hechos, para dar con los responsables de este hecho delincuencial.
