# Mosquitos en la mira: América Latina ante una tormenta viral
Una sombra crece al filo del verano.
Este 2025, América Latina enfrenta una ola implacable de enfermedades transmitidas por mosquitos, que no solo multiplican los casos, sino también las angustias. Colombia, epicentro de esta crisis, ya reporta más de 498.000 casos de **dengue**, cifra que supera con creces los registros previos y que revela la simultánea circulación de los cuatro serotipos del virus.
El dengue no está solo. En abril, el gobierno colombiano decretó emergencia sanitaria tras una preocupante ascensión de la **fiebre amarilla**, con 34 muertes confirmadas y 74 casos activos. El departamento de Tolima emerge como uno de los principales focos, duplicando con creces los puntos detectados en meses recientes.
Pero la trama viral se complica aún más con la aparición del **virus Oropouche**, que ha sumado cerca de 7.000 contagios hasta marzo de 2025 en la región. Transmitido por mosquitos picadores como Culicoides paraensis y en menor medida por Culex quinquefasciatus, este patógeno comparte síntomas con el dengue, haciendo aún más difícil su seguimiento y control.

Ante este panorama, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó sobre la urgencia de intensificar medidas preventivas y fortalecer los sistemas de vigilancia para evitar un desastre de salud pública que, sin voluntad y recursos, podría extenderse y agravarse.
Lo que queda claro es que no se trata solo de cifras, sino del rostro humano detrás de cada infección, de cómo las condiciones sociales, el clima y la movilización institucional se entrelazan en este escenario. La pregunta que permanece es contundente: ¿Será posible contener pronto esta marea viral antes de que deje cicatrices imborrables en los territorios y en sus gentes?