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¿Agua en espera?
Este viernes 26 de septiembre de 2025, el servicio de acueducto en varios barrios del noroccidente de Medellín se vio interrumpido, dejando a más de 13 mil usuarios sin agua potable.
Empresas Públicas de Medellín (EPM) informó que un daño en la red primaria de distribución, ubicado en el barrio Santander, fue la causa principal de esta emergencia. Los barrios Picacho, Doce de Octubre 1 y 2, El Progreso 2, Mirador del Doce y París resultaron afectados, abarcando además parte del sur del municipio de Bello. La falla obligó a suspender el suministro no solo en el circuito Doce de Octubre, sino también en Picacho y París.
Desde el momento de la contingencia, los equipos técnicos de EPM se desplegaron para atender la reparación, alcanzando un avance cerca del 50% en las obras al cierre de esta tarde. Paralelamente, para mitigar el impacto, se implementó la distribución de agua mediante seis carrotanques y un camión con bidones, especialmente en zonas críticas donde las reservas domiciliarias se agotaron rápidamente.
EPM anunció que la recuperación total del servicio está programada para las 8:00 p. m. de este mismo viernes, aunque advirtió que la turbiedad en el agua podría durar un tiempo debido al proceso de purga necesario tras una restauración de esta magnitud. La empresa hizo un llamado a la paciencia y al consumo responsable mientras se estabiliza el sistema, garantizando monitoreo continuo para cuidar la potabilidad del suministro.
Este episodio deja al descubierto la vulnerabilidad de una infraestructura esencial en una ciudad que crece y demanda cada vez más recursos. Los usuarios esperan que estas emergencias no se conviertan en rutina, y se interrogan: ¿Está Medellín preparada para prevenir estos apagones hídricos o solo reaccionamos cuando el daño ya está hecho?
El agua, elemento vital y frágil, vuelve a ser motivo de incertidumbre y espera en esta tarde de septiembre. ¿Cuánto más podrá sostenerse un suministro tan indispensable bajo tales condiciones?