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Agua que vuelve, promesa cumplida
Este lunes 25 de agosto de 2025, Empresas Públicas de Medellín (EPM) anunció el restablecimiento total del servicio de acueducto para cerca de 1,5 millones de habitantes en Medellín y su área metropolitana: Envigado, Itagüí, La Estrella y Sabaneta.
Durante el fin de semana, La Ayurá, la planta de potabilización clave para la zona sur del Valle de Aburrá, completó un proceso de modernización que requirió una inversión cercana a los 250.000 millones de pesos. Este corte programado permitió avanzar en una estrategia que busca garantizar agua potable confiable para los próximos 50 años. Mientras la planta estaba en obras, EPM no dejó sola a la población y suministró más de 1.771.000 litros de agua mediante carrotanques, especialmente en sectores con dificultades de movilidad.
La reconexión fue gradual, con la presión en las redes recuperándose poco a poco, hasta que todos los barrios afectados volvieron a llenarse de agua antes de lo previsto. Pero no solo La Ayurá fue intervenida; en paralelo, EPM realizó mantenimiento en la planta de tratamiento de aguas residuales de San Fernando, inspeccionó el interceptor occidental de alcantarillado y actualizó tanques y estaciones de bombeo. Todo un esfuerzo integral para mejorar la resiliencia de la infraestructura hídrica y así disminuir futuras interrupciones.
Durante la suspensión, la empresa operó 38 rutas de carrotanques para llevar agua potable a quienes más la necesitaban, apoyándose además en una aplicación para que los ciudadanos pudieran localizar los vehículos en tiempo real y acceder al vital recurso sin costo alguno.
Lejos de ser solo una obra técnica, este episodio reflejó un compromiso social que responde a urgencias cotidianas y desafíos estructurales. ¿Podrán estas inversiones sostener la creciente demanda y los embates climáticos? La promesa está echada: agua volverá a correr, pero el reto es mantenerla siempre fluyendo, sin apagar el caudal de las esperanzas y necesidades que ella alimenta.
