📸 Imagen cortesía Alex Slitz/Getty Images
¿Juego sucio en la NBA?
Un jueves que parecía rutinario, el 23 de octubre de 2025, la NBA se vio sacudida por un escándalo que va más allá de la cancha. En la madrugada de ese día, Terry Rozier, jugador de los Miami Heat, y Chauncey Billups, entrenador de los Portland Trail Blazers, fueron arrestados en una operación federal que desnudó una red de apuestas clandestinas alimentada por el crimen organizado en Estados Unidos.
Las investigaciones, coordinadas por la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York, revelaron una trama sofisticada. Más de 30 personas, entre ellos el exjugador Damon Jones, utilizaron información privilegiada para influir en resultados deportivos. Datos internos sobre la condición física de los jugadores, incluidas lesiones simuladas y decisiones tácticas cuidadosamente manipuladas, servían para alterar el curso de los partidos y beneficiarse económicamente mediante casas de apuestas.
Uno de los casos más reveladores gira en torno a Rozier. El jugador habría avisado a apostadores sobre su salida anticipada en un encuentro disputado el 23 de marzo de 2023, posiblemente por una lesión en el pie. Esta señalización permitía realizar jugadas específicas en las apuestas, apuntando a un bajo rendimiento en estadísticas clave como puntos, rebotes y asistencias. El inesperado aumento de estas apuestas activó las alarmas en las casas, que suspendieron las cuotas por sospecha de manipulación.
Por su parte, Billups enfrenta acusaciones que van más allá del baloncesto. Se le vincula con la organización de partidas de póker amañadas en ciudades como Nueva York, Miami y Las Vegas, operativos que contaban con el respaldo de legendarias familias mafiosas como Bonanno, Gambino y Genovese. Estas redes habrían utilizado los juegos para lavar dinero proveniente de actividades ilícitas.
El arresto de Billups se produjo en Oregón, justo después de haber dirigido un partido con los Trail Blazers, mientras Rozier fue detenido en una habitación de hotel en Orlando, donde se encontraba ausente del juego de su equipo contra el Orlando Magic.
Este escándalo abre un abismo en la confianza hacia la NBA y plantea múltiples interrogantes: ¿hasta dónde llega la corrupción entre los bastidores del deporte más popular de Estados Unidos? ¿Qué mecanismos fallaron para que las sombras del crimen organizado infiltraran la esencia del juego limpio? La investigación continúa, mientras la afición y la sociedad en general esperan respuestas que puedan restaurar la integridad erosionada de un baloncesto que hasta ahora parecía intocable.


