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Miguel Uribe Turbay: el legado que dejó un líder entre la violencia y la política
Un disparo al futuro truncado.
Bogotá, 11 de agosto de 2025. Luego de más de dos meses de agonía, el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fallece en la Fundación Santa Fe, víctima de un atentado ocurrido el 7 de junio en Fontibón, un episodio que conmocionó al país y reavivó las sombras de una historia marcada por la violencia política.
Uribe Turbay, abogado de formación y nieto del expresidente Julio César Turbay, era una figura ascendente en la política colombiana. Su experiencia abarcaba desde el Concejo de Bogotá hasta la Secretaría de Gobierno y finalmente el Senado con el Centro Democrático. En estos espacios, se consolidó como una voz crítica y visible frente al gobierno de Gustavo Petro, trazando un camino con posiciones firmes y claras hasta su trágico destino.
La investigación sobre el móvil del ataque permanece abierta, aunque las autoridades lograron capturar a varios sospechosos semanas después, en medio de una condena nacional e internacional que exigía justicia y certeza. El atentado ocurrió cuando Uribe Turbay salía de un acto político; las balas impactaron su cuerpo y, de manera devastadora, dos penetraron en su cabeza, dejándolo en estado crítico. Tras numerosas intervenciones quirúrgicas y días en la Unidad de Cuidados Intensivos, la vida del senador se apagó.
Este episodio no solo se inscribe en los confusos capítulos recientes de violencia política, sino que resuena con ecos profundos y dolorosos: la pérdida temprana de su madre, la periodista Diana Turbay, asesinada en 1991, marcó su historia personal y definió una lucha contra la intolerancia y la adversidad.
Dejó tras de sí una Colombia expectante, enfrentada a la pregunta que siempre acompaña estas tragedias: ¿cómo avanzar en una democracia que parece pagar tan caro el ejercicio del poder? Mientras tanto, el vacío y la incertidumbre persisten, y la sociedad aguarda que la justicia no solo esclarezca el hecho, sino que también proteja a quienes todavía quieren transformar el país desde la política.
El futuro que soñó Uribe Turbay, detenido por un disparo, ahora depende de la voluntad colectiva para no quedar en sombras.
