Foto: Cancillería de China
Este viernes se reunieron el presidente de China, Xi Jinping, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en la más reciente reunión diplomática entre ambos países durante el último año. Aunque ambos funcionarios dieron buenas señales, Xi Jinping lanzó un dardo al presidente de Estados Unidos.
“China y Estados Unidos deberían ser socios y no rivales”, concluyó Xi Jinping tras la reunión, justo antes de sugerir que su contraparte debería dejar la hipocresía de lado en ciertos aspectos.
“Estados Unidos debe comenzar a honrar sus palabras con acciones, en lugar de decir una cosa y hacer la contraria”, señaló el mandatario chino en referencia a las disputas económicas y comerciales entre ambos países. Además, aseguró que China no le teme a la competencia, al estar dominando un tercio de la oferta global.
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El enviado de Joe Biden acusó a China de efectuar prácticas comerciales desleales y un exceso de capacidad industrial, “socavando la competencia” de otros países. El canciller chino, Wang Yi, le respondió que la forma de hacerlo no es a través de la imposición de sanciones a sus empresas.
Justificando las palabras del presidente chino, Blinken dio una rueda de prensa minutos después explicando que “hemos impuesto sanciones a más de cien entidades chinas y a sus controles de exportación. Y estamos totalmente preparados para actuar y tomar medidas adicionales a las competencias comerciales”.
