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Estados Unidos declaró al Clan del Golfo como organización terrorista extranjera
El gobierno de Estados Unidos designó el martes 16 de diciembre al Clan del Golfo como Organización Terrorista Extranjera (FTO) y Terrorista Global Especialmente Designado (SDGT), imponiéndole sanciones económicas y el bloqueo de sus activos en territorio estadounidense. La medida, anunciada por el secretario de Estado Marco Rubio, prohíbe toda transacción con el grupo o sus afiliados, bajo la administración de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
El Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, Autodefensas Unidas de Colombia o Los Urabeños, es la mayor organización criminal en Colombia con una estructura militar que se extiende por regiones como Antioquia, Chocó y Urabá. Según autoridades colombianas, cuenta con entre 6.000 y 9.000 miembros, dedicados principalmente al tráfico de cocaína, responsable de casi la mitad de la droga exportada desde el país. Además, realiza actos de violencia como atentados a fuerzas de seguridad y extorsiones en zonas bajo su control.
“Hoy, el Departamento de Estado designa al Clan del Golfo como organización terrorista y prohíbe las transacciones con sus redes”, indicó Marco Rubio, secretario de Estado. Esta declaración refuerza las sanciones ya impuestas que bloquean los bienes y activos del grupo en Estados Unidos y formaliza restricciones financieras para nacionales y empresas estadounidenses.
Esta designación se da en medio de los diálogos de paz entre el gobierno colombiano de Gustavo Petro y el Clan del Golfo, iniciados en septiembre de 2025 en Doha, con mediación de España, Noruega y Suiza. El pasado 5 de diciembre acordaron tres zonas de tránsito para que el grupo comience su proceso de desmovilización en marzo de 2026. El régimen inicia tras la captura y extradición en 2021 de su anterior máximo líder, Dairo Ángel Úsuga, alias Otoniel, quedó luego bajo el mando de Jobanis de Jesús Ávila, conocido como Chiquito Malo.
La medida complicará las negociaciones hacia una “paz total” que completa el proceso posacuerdo FARC de 2016 y refleja las tensiones actuales entre Colombia y Estados Unidos, marcadas por campañas antidrogas recientes. “Estados Unidos continuará usando todas las herramientas disponibles para frenar la violencia y terrorismo ligados al narcotráfico internacional”, aseguró la administración estadounidense. La acción se suma a sanciones previas contra mafias internacionales y grupos criminales transnacionales.
La embajada de Estados Unidos y la Alcaldía solicitan a la ciudadanía mantener la alerta ante posibles retaliaciones y confirman el apoyo a la full ejecución del proceso de diálogo para evitar que la violencia se prolongue en las zonas afectadas.
