Foto: U. S. Central Command
En una operación conjunta internacional, las fuerzas navales y aéreas de Estados Unidos y Reino Unido desarrollaron un ataque aéreo sobre zonas controladas por rebeldes hutíes en Yemen. Este bombardeo habría sido una consecuencia de los constantes ataques a buques israelíes, británicos y estadounidenses por parte de los hutíes en el mar Rojo.
Habrían sido cuatro las localidades yemeníes afectadas por estos ataques, además de la capital del país, Saná, y se habrían reportado las muertes de entre cinco y diez integrantes de las fuerzas hutíes.
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De acuerdo con Joe Biden, presidente de Estados Unidos, esta organización estaría poniendo en peligro la libertad de navegación en una de las vías fluviales más importantes del mundo. Desde el 19 de noviembre de 2023 que los hutíes comenzaron a atacar navíos de carga con dirección a Israel, en una muestra de apoyo hacia Gaza, sin que estos dejaran ninguna persona muerta reportada.
El ataque de anoche tuvo como objetivo bases hutíes en las que se identificaron misiles, radares y vehículos aéreos no tripulados de los hutíes, según declaró la Casa Blanca. Este primer ataque habría sido una advertencia por parte de estas dos naciones hacia los hutíes, después de semanas de enviar mensajes solicitando la suspensión de los ataques contra las rutas marítimas.
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Reino Unido alega que este bombardeo fue necesario, no solo por los problemas que acarrea la interrupción de esta ruta comercial a nivel internacional, sino porque las fuerzas hutíes también habrían lanzado ataques contra navíos militares de su flota y de la de Estados Unidos.
Las milicias hutíes habrían respondido inmediatamente a estos ataques, asegurando que “no quedarán sin respuesta” y que “no dudarán en atacar a los agresores y a todos los objetivos hostiles en tierra y mar”.
