Durante los últimos meses, la industria alimentaria ha sufrido los embates de la inflación, que ha mantenido una tendencia al alza. A pesar de que el Banco Central ha incrementado las tasas de interés, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se situó en un 13,28% interanual, cifra que representa el registro más alto en lo que va de siglo.
Entre los productos afectados por este fenómeno se encuentra la mantequilla, cuya producción requiere de al menos 25 litros de leche por kilogramo. La reducción en la producción de este lácteo ha impactado el precio de la emulsión, tal y como lo evidencia el aumento del 6% en su costo en el primer bimestre del año, en comparación con el mes de diciembre de 2022, según el Dane.
El jefe de Planeación y Estudios Económicos de Fedegan, Óscar Cubillos, ha explicado que este aumento se debe a una disminución en la producción de leche que se ha extendido desde finales de 2021. «Llevamos más de un año con ajustes por diferentes motivos, sobre todo el incremento en los costos de producción e insumos. También ha habido una reorientación de las unidades productivas de lechería hacia actividades de carne, especialmente de animales vivos, porque los novillos han tenido mejores precios», señaló Cubillos.
Cabe destacar que esta situación no significa que haya una escasez de mantequilla, sino que la menor producción ha generado una menor oferta para el consumidor final. Según el Dane, la variación anualizada en el precio de la mantequilla de vaca es del 32,7%, mientras que el Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario (Sipsa) reportó aumentos del 21,9% y 23% en la manteca y la margarina, respectivamente, al comparar la última semana de marzo de este año con el mismo periodo de 2022.
En términos concretos, la manteca pasó de costar $9.005 a $10.983, mientras que la margarina subió de $15.433 a $18.989 por kilo. Estos productos suelen venderse en presentaciones de 250 gramos, por lo que en promedio costarían $2.747 y $4.747, respectivamente.
Es importante destacar que el mercado local se abastece de la producción nacional de mantequilla, por lo que una disminución en su producción se traduce en un aumento de precios. No se realizan importaciones de este producto en el país.
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