En un emotivo momento durante una audiencia judicial, el exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, enfrentó dos duras realidades: la acusación de corrupción en su contra y la revelación de su estado de salud. Con lágrimas en los ojos, Hernández anunció que padece cáncer de colon terminal, una noticia que conmovió a todos los presentes y llevó a la suspensión temporal de la sesión.
Hernández se encontraba en el citatorio para responder a las acusaciones relacionadas con irregularidades en un contrato de manejo de basuras durante su administración. Sin embargo, el foco de la audiencia cambió drásticamente cuando compartió su diagnóstico. «Tengo un cáncer terminal, gracias por haberme dejado estar donde un Juez», expresó el exalcalde, quien se mostró visiblemente afectado por su condición y la situación judicial que enfrenta.
A pesar de las acusaciones, Hernández ha sostenido su inocencia, afirmando que no tuvo injerencia directa en el contrato cuestionado y que la responsabilidad recaía en el gerente de la Empresa Municipal de Aseo (EMAB). Durante su intervención, hizo hincapié en que no había dirigido el contrato y que su relación con César Fontecha, el abogado involucrado en el caso por parte de la empresa, se limitó al período en que asumió la alcaldía, sin tener posterior contacto con él.
Este caso ha llevado a la Procuraduría General de la Nación a suspender e inhabilitar a Hernández por 12 años, acusándolo de manipulación de contratos para beneficio propio. La noticia de su enfermedad ha añadido una dimensión trágica a un proceso judicial ya de por sí complejo, generando una mezcla de reacciones entre el público y los seguidores del exalcalde.
La lucha de Rodolfo Hernández no solo se encuentra ahora en los tribunales, sino también en su batalla personal contra una enfermedad terminal.
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