«`htmlCOLOMBIA EN FIESTA: IBAGUÉ CELEBRA EL ALMA FOLCLÓRICA CON SU EDICIÓN 51
Cultura viva.
En la mañana del 12 de junio de 2025, Ibagué, la llamada Ciudad Musical de Colombia, despertó como cada año invadida por el ritmo y el color de su emblemático Festival Folclórico Colombiano. Durante 19 días, hasta el 30 de junio, este rincón del Tolima se convirtió en un escenario que resumió la riqueza cultural de todo un país.
La 51ª edición del festival, que desde 1959 reúne a diversas expresiones artísticas de Colombia, reunió este año más de 60 actividades —entre música, danza y tradiciones— todas convertidas en un potente símbolo de identidad. Organizado por la Alcaldía de Ibagué con apoyo del sector cultural y privado, el evento convocó delegaciones nacionales y extranjeras provenientes de países como México, Bulgaria, Panamá y China, quienes caminaron las calles y teatros memorables como el Teatro Tolima y el Parque Murillo Toro.
El pulso del festival latió con especial fuerza en los desfiles de San Juan y San Pedro, celebrados los días 22 y 29 de junio, donde miles de personas se congregaron para contemplar comparsas vibrantes, música tradicional y coreografías que cuentan la historia de la nación. Antes, el 17 de junio, la solemne imposición de bandas a las embajadoras municipales rindió homenaje a aquellas representantes que portaron con dignidad el legado folclórico de sus regiones.
Este año, pese a enfrentarse a un presupuesto reducido —de 5000 millones de pesos, menos que en la edición anterior—, la expectativa superó las 200.000 visitas, entre turistas locales y extranjeros, atraídos por la promesa de una experiencia auténtica y profunda. El festival no sólo es un escaparate de la pluralidad cultural sino también una vitrina para el diálogo y el encuentro, que sostiene viva una tradición que desde 1959 se reconoce como Patrimonio Cultural y Artístico de la Nación.
Así, mientras el telón de esta edición cae, la ciudad y sus visitantes llevan consigo el eco de un legado que sigue danzando, entre preguntas que perduran: ¿Cómo cuidar y potenciar estos espacios en medio de limitaciones económicas? ¿De qué manera la cultura puede seguir siendo puente que une diversidades y genera sentido de pertenencia en tiempos inciertos?
«`