📸 Cortesía: Guillermo Torres Reina
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, se reunirá este miércoles 3 de diciembre con el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel, para definir la posible implementación de un pico y placa los sábados para vehículos no matriculados en la capital. La discusión es clave para ajustar la medida y equilibrar la movilidad entre Bogotá y los municipios vecinos.
La restricción, que se espera empezar a aplicar en el primer semestre de 2026, tiene como objetivo principal reducir la congestión en Bogotá y motivar a los propietarios a matricular sus vehículos en la ciudad. De acuerdo con datos del Distrito, tres de cada 10 autos que circulan no están matriculados en la capital, pero generan cerca del 30 por ciento de los problemas viales que incluyen congestión, siniestros y aumento en emisiones contaminantes.
El nuevo esquema funcionará con un pico y placa los sábados entre 6:00 a. m. y 9:00 p. m., en modalidad de un sábado sí y un sábado no. Con esto se espera que alrededor de 85.000 vehículos de municipios vecinos dejen de transitar por la ciudad en los fines de semana. Esto implica un cambio en la movilidad regional con impacto directo en municipios aledaños a Bogotá.
Las autoridades del departamento han expresado su preocupación por una posible afectación a la integración entre Bogotá y Cundinamarca, al considerar la medida como discriminatoria para las personas que residen en municipios vecinos. Algunos alcaldes piden revisar la propuesta con cuidado para llegar a un acuerdo que tome en cuenta el bienestar de toda la región.
Además, se anunció que el costo del pico y placa solidario para vehículos no matriculados en Bogotá aumentará de un factor 1.2 a 1.5, es decir, el sobrecosto pasará del 20 al 50 por ciento frente al valor cobrado a autos matriculados así. Esta medida busca equiparar la carga económica entre quienes contribuyen fiscalmente a la ciudad y quienes solo hacen uso frecuente de sus vías.
“Desde 2015 Bogotá ha dejado de matricular cerca de 241.000 vehículos, lo que representa una pérdida fiscal estimada en 1,1 billones de pesos para inversión en infraestructura vial y transporte público”, afirmó Carlos Fernando Galán. Ante esta situación, derecha transparentación, gestión del tráfico y políticas de movilidad escalonada cobran relevancia para el Distrito.
La reunión prevista sirve para definir si estas medidas avanzan sin cambios o se ajustan con base en las inquietudes de las autoridades de Cundinamarca. La Alcaldía hizo un llamado “a adoptar soluciones consensuadas que favorezcan la movilidad y la calidad de vida de toda la región capitalina.”
