📸 Cortesía: captura de pantalla Consejo de Ministros – Presidencia
«`html¿UN RESPIRO PARA LA CONFECCIÓN COLOMBIANA?
Este 24 de junio de 2025, en Bogotá, el Gobierno de Colombia anunció un avance significativo en la preparación de un decreto que busca aliviar la pesada carga arancelaria que grava a los insumos esenciales para el sector de confecciones. Una medida que tiene como principal objetivo fortalecer la competitividad y frenar el creciente daño que el contrabando provoca en esta industria vital para empresarios y productores de pequeño y mediano tamaño.
La ministra encargada de Comercio, Industria y Turismo, Diana Marcela Morales, fue la encargada de revelar detalles durante el Consejo de Ministros. Según explicó, el decreto apunta a reducir los aranceles o incluso eliminarlos por completo en la mayoría de los insumos fundamentales para la confección de prendas. Esta acción forma parte de un conjunto de estrategias diseñadas para enfrentar la presión de las importaciones masivas y la competencia desleal que genera el contrabando. Si bien no se ha divulgado una lista definitiva, los insumos que podrían beneficiarse incluyen poliéster, algodón, nylon, rayón, mezclas sintéticas y repuestos para mantenimiento y automatización.
El contexto internacional revela una dependencia marcada: China, India y Alemania son los principales proveedores de estos materiales, con China como el más grande exportador hacia Colombia. Los datos del primer trimestre de 2025 no dejan lugar a dudas: la importación de prendas y accesorios de vestir superó los 178 millones de dólares, un aumento del 16% comparado con el año anterior, y el 41,3% de estas importaciones tuvo origen chino. Este escenario subraya la vulnerabilidad de la industria local frente al mercado externo.
Para acompañar la reducción de aranceles, el Gobierno contempla también la creación de zonas francas especiales, preferiblemente en las proximidades de los puertos. Esta medida aspira a incentivar la agregación de valor dentro del territorio nacional y, en consecuencia, a beneficiar tanto a la economía popular como a la industria en general.
Queda por ver cómo se concretarán estas iniciativas y si lograrán recomponer un sector golpeado por la competencia desigual y el contrabando. ¿Podrán estas medidas ser el impulso necesario para que la confección colombiana recobre aire y firme su lugar en un mercado cada vez más globalizado y desafiante?
«`
