📸 Cortesía: Icetex.gov.co
Recorte de subsidios del Icetex afecta a más de 230 mil estudiantes de estratos bajos en Colombia
En 2024 y 2025, más de 230.000 estudiantes colombianos, principalmente de estratos 1, 2 y 3, perdieron el subsidio del Icetex para la tasa de interés en sus créditos educativos, lo que ha generado un aumento considerable en las cuotas mensuales y preocupación por la continuidad de sus estudios superiores.
El Icetex confirmó que, debido a restricciones presupuestales, ya no se pueden otorgar estos subsidios a todos los solicitantes. Aunque en el primer semestre de 2025 se giraron recursos a estudiantes y universidades, los apoyos para la tasa de interés y sostenimiento se entregan únicamente en la adjudicación inicial y están priorizados para víctimas del conflicto, comunidades indígenas y personas con puntajes bajos de Sisbén. El recorte afecta a gran parte de la población vulnerable que dependía de esta ayuda para financiar su educación.
Según la representante a la Cámara Catherine Juvinao, el 99 % de los estudiantes afectados pertenecen a los estratos 1, 2 y 3. El aumento promedio en las cuotas es del 20 %, y en casos extremos supera el 90 %. Se han reportado incrementos de hasta $800.000 en la cuota mensual, por ejemplo, pasando de $500.000 a $1.300.000, lo cual representa un duro golpe para las familias que deben replantear la sostenibilidad del financiamiento educativo.
Andrea Escobar, directora del Observatorio a la Gestión Educativa de la Fundación Empresarios por la Educación, advirtió que esta situación “pone en riesgo el acceso y permanencia en la educación superior de miles de jóvenes con menos recursos”. El fenómeno coincide con un contexto de limitaciones presupuestales del Gobierno, que obliga a priorizar subsidios según criterios estrictos y genera incertidumbre sobre la política de apoyo a la educación en el país.
Ante esta emergencia, expertos y congresistas llaman a buscar alternativas para mitigar el impacto del recorte y garantizar que los jóvenes de menores ingresos puedan continuar su formación profesional. La comunidad educativa y las autoridades deberán encontrar mecanismos para sostener el acceso a la educación superior en los próximos años.