Este fin de semana, según reportó el Gobierno Nacional, fueron asesinados cuatro indígenas menores de edad por el frente Carolina Ramírez, del Estado Mayor Central de las disidencias de la Farc. Ante esta acción criminal, el Gobierno liderado por Gustavo Petro informó el rompimiento del cese al fuego bilateral con este grupo insurgente en cuatro departamentos.
La denuncia fue realizada este sábado por la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC), anunciando que tenían conocimiento de que uno de los jóvenes asesinados había sido reclutado forzosamente por las disidencias en jurisdicción del Putumayo.
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La organización indicó que los jóvenes habían escapado de las instalaciones del grupo insurgente el 15 de mayo y fueron asesinados dos días después tras haber sido interceptados. El presidente Petro calificó este hecho como “un crimen atroz y una bofetada a la paz que violenta las bases del Derecho Internacional Humanitario”.
En un comunicado de prensa, el Gobierno colombiano informó este domingo que se reactivarán las operaciones ofensivas contra este grupo armado en los departamentos de Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo.
Además, esta comunicación dejó en claro que si “el cese al fuego bilateral no es efectivo en determinados territorios para proteger la vida y la integridad de toda la población, no tiene sentido persistir en ello”.
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