📸 Imagen cortesía Jaiver Nieto. EL TIEMPO
¿Avispas o juego suspendido?
Este miércoles 3 de septiembre, en el estadio Polideportivo Sur de Envigado, la Copa BetPlay 2025 vivió un capítulo insólito durante el partido de ida de los octavos de final entre Envigado y Millonarios.
El encuentro comenzó con ritmo y energía, pero fue interrumpido abruptamente por un enemigo inesperado: un enjambre de avispas que invadió el campo en dos ocasiones. A los 14 minutos, Tomás Soto aprovechó un fallo defensivo de Nicolás Giraldo para marcar el único gol, adelantando al equipo local. Sin embargo, el episodio que definiría la jornada no fue una jugada, sino la paralización del juego alrededor del minuto 53, cuando las abejas obligaron a ambos equipos a tirarse al suelo para protegerse, mientras el árbitro Mauricio Mercado detenía el partido. Diez minutos después, cuando parecía retomarse la calma, la presencia nuevamente masiva de avispas en la portería defendida por Diego Novoa forzó otra suspensión que mantuvo el partido en incertidumbre hasta su conclusión.
“Nunca había vivido algo semejante en mi carrera”, confesó un futbolista de Envigado en la transmisión oficial, revelando el desconcierto y la vulnerabilidad de jugadores y técnicos frente a esta emergencia natural que escapa al control humano.
En lo deportivo, a pesar del clima adverso, Envigado resistió con esfuerzo la ofensiva de Millonarios, equipo que evidenció dificultades para generar juego y convertir oportunidades claras. El resultado deja la eliminatoria abierta, pero lo sucedido este miércoles irremediablemente quedará en la memoria como uno de esos momentos donde el fútbol se detiene frente al imponderable.
La pregunta que queda flotando es si las autoridades deportivas y los clubes podrán anticipar y manejar mejor estas eventualidades inesperadas, o si la incertidumbre seguirá formando parte del espectáculo, en tanto que los protagonistas sólo pueden protegerse en el césped y esperar que la naturaleza les dé una tregua. ¿Podrá la Copa BetPlay sobrevivir a estas interrupciones imprevisibles? El próximo capítulo, parece, sólo podrá escribirse con paciencia y mucha precaución.
