Foto: UNICEF
La situación de violencia, desplazamiento y orden público no es la única preocupación en la cabeza de la población civil en la Franja de Gaza, pues ya llegó un punto en el que la comida no es suficiente y el agua les enferma. Incluso, se han reportado casos de muertes por inanición y deshidratación en menores de edad durante las últimas semanas.
Adele Khodr, directora de Unicef para Oriente Medio y África del Norte, realizó un llamado a la comunidad internacional al exponer la realidad de muchos menores de edad que sufren los estragos de la guerra. “Las muertes infantiles que tanto nos temíamos ya se están produciendo en la Franja de Gaza, a medida que la desnutrición hace estragos entre la población”, manifestó.
La alta funcionaria explicó que “al menos diez niños y niñas han muerto en los últimos días en el hospital de Kamal Adwan, en el norte de la Franja de Gaza, a causa de la deshidratación y la desnutrición”. Aseguró que la cifra podría ser más alta si se mira en los demás hospitales de Gaza, sobre todo en el norte, donde “no pueden recibir ningún tipo de atención” al continuar siendo zona de guerra.
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A pesar de que Israel asegura haber ingresado más de cuatro mil toneladas de ayuda humanitaria en pura comida y 320 en agua, y de no intervenir en el ingreso de esta para la población civil, estas parecen no estar siendo suficientes. Lo mismo sucede con el agua, y es que desde Gaza afirman que más de un cuarto de los pozos han sido destruidos y “el suministro de agua está sólo al 7 % de los niveles de antes de la guerra”.
“La falta generalizada de alimentos nutritivos, agua potable y servicios médicos, consecuencia directa de los obstáculos al acceso, está afectando a los niños y también a las madres, pues dificulta su capacidad para amamantar a sus bebés”, señaló Khodr, quien resaltó que “la población está hambrienta, agotada y traumatizada. Mucha gente apenas logra sobrevivir”.
