
En la madrugada de este jueves 13 de julio, el sindicato de actores de Estados Unidos, conocido por sus siglas en inglés como SAG-AFTRA, comunicó a sus 160.000 miembros que no lograron llegar a ningún acuerdo con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), la entidad que representa a los principales estudios y transmisores de todo el país, incluidas las plataformas de streaming.
Las negociaciones comenzaron el 7 de junio, pero un día antes se presentó un sondeo previo en el que un 48 % de los miembros votó en un 98 % a favor de irse a huelga si las negociaciones fracasaban. Durante esta mañana, la Junta Directiva del sindicato votará si se va a huelga. Esto, al parecer, será anunciado a las 2:00 de la tarde hora colombiana, a través de una conferencia de prensa en Los Ángeles por parte de la Junta Directiva del sindicato.

El director ejecutivo y jefe negociador de SAG-AFTRA, Duncan Crabtree-Ireland, comentó frente a esta situación que “Los estudios y los streamers han implementado cambios unilaterales masivos en el modelo comercial de nuestra industria, mientras que al mismo tiempo insisten en mantener nuestros contratos congelados en ámbar”.
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De irse a huelga, el sindicato de actores se unirá al de guionistas, que desde mayo comenzó la huelga nacional. Este escenario sería solamente equiparable a la situación que vivió Hollywood en 1960, cuando ambos sindicatos, los más importantes de la industria, entraron en paro durante mes y medio, paralizando por completo a Hollywood.
Una de las implicaciones adicionales al hecho de que los más de 160.000 actores no puedan participar en producciones vigentes para cine o televisión, tendría que ver con la prohibición de su participación en ruedas de prensa, estrenos o viajes de promoción de películas o series. Los afectados más visibles en este momento serían las producciones de Barbie y Oppenheimer, que están a tan solo una semana de su estreno mundial.