
En 2007 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró, por unanimidad, el 2 de abril de cada año como el Día Mundial de la Concientización del Autismo. Este día tiene como finalidad generar conciencia en las personas de lo que es este trastorno y visibilizar a las personas que lo tienen y sus derechos.
Según la OMS, uno de cada 100 niños en el mundo cuenta con algún trastorno del espectro del autismo (TEA). Este afecta la manera en que la persona se comunica o se relaciona con las demás, por lo que se trata de un trastorno neurobiológico y muchas organizaciones prefieren no usar el término ‘enfermedad’ para hacer referencia a él.
Por eso, las organizaciones que trabajan con esta comunidad tratan de demostrar a la sociedad que las personas con trastornos de autismo también aportan y contribuyen a la sociedad. La temática de este año para la conmemoración de este día es mostrar la contribución de personas autistas en el hogar, el trabajo, las artes y la formulación de políticas.
Las capacidades y necesidades de las personas con autismo son variables, no todas las personas son iguales y pueden ir desarrollándose diferente con el paso del tiempo. En lo que más se parecen, lamentablemente, es en la discriminación que pueden llegar a sufrir y afectar sus procesos de terapia.
En octubre del año pasado, un grupo de personas autistas fueron discriminados en un vagón del tranvía de Ayacucho. Tres jóvenes los agredieron verbalmente por ‘ser un zoológico andante’ y ‘no callarse’, y ninguna de las personas que viajaba se detuvo a detener las agresiones.