Foto: Human Rights Watch
La organización internacional de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) confirmó que Israel ha realizado ataques con fósforo blanco contra la población civil en Gaza y en el Líbano esta semana. El uso de esta arma en contra de poblaciones no militares constituye un crimen de guerra, debido a la profundidad en las lesiones que causa.
De acuerdo con las verificaciones hechas a varios documentos audiovisuales, HRW señaló que el martes 10 y el miércoles 11 de octubre Israel utilizó estas armas químicas en varias regiones de Gaza (incluida una zona costera) y en su frontera con Líbano.
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El grupo de Amnistía Internacional se suscribió a esta denuncia. “Nuestro laboratorio de pruebas de crisis ha verificado que las unidades militares israelíes que atacan Gaza están equipadas con proyectiles de artillería de fósforo blanco”, señalaron por medio de un comunicado.
El fósforo blanco, según explica el Centro de Estudios por la Paz, es “una sustancia química tóxica que arde de manera espontánea en contacto con el oxígeno. A las personas les puede producir la muerte o quemaduras muy profundas que alcanzan órganos internos”. Además, no puede ser apagado con agua.
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El uso del fósforo blanco de forma indiscriminada “cuando se hace estallar en zonas urbanas pobladas, donde puede quemar casas y causar daños atroces a civiles” es ilegal, según explicó Lama Fatih, directora de HRW para Oriente Medio y el Norte de África.
Otra denuncia realizada por esta organización señala a Israel de violar el derecho internacional humanitario que prohíbe los castigos colectivos. Esto, después de que desde este país cortaran el suministro de electricidad, agua, combustible y alimentos a Gaza.
