
La Policía Nacional de Panamá confirmó la incautación de 6.790 kilos de aletas de tiburón este jueves, 13 de julio, en la ciudad de Capira, en el centro del país. En cooperación con el Ministerio Público, se lograron recuperar estos recursos que iban a ser comercializados de forma irregular e ilegal y fueron capturadas varias personas.
En Panamá está prohibida la práctica del aleteo, que consiste en pescar al tiburón, cortar sus aletas, y devolverlo al mar, desperdiciando el 95 % de su cuerpo. La caza en sí del tiburón, para su aprovechamiento completo, no está considerado como delito en este país de acuerdo con la Ley 9 de 2006, vigente desde septiembre de ese año.
Las autoridades indicaron que las aletas reposaban en un contenedor que, posteriormente, sería enviado al continente asiático, relacionando este delito con la delincuencia organizada. Durante esta operación, denominada como ‘Operación Shark’, fueron capturados cinco ciudadanos panameños y otros más de origen asiático.

El comercio de aletas de tiburón es uno de los comercios ilegales más destacados en el mundo, puesto que en países asiáticos el kilo de este producto está avaluado en precios similares a los mil dólares. En esta región del planeta la aleta de tiburón es un manjar muy deseado, por lo cual su tráfico desde el pacífico y el atlántico occidentales es muy común.
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El tiburón, al ser el mayor depredador de los océanos, cumple un papel muy importante en estos ecosistemas, regulando poblaciones y generando orden en las cadenas alimenticias. Además, los tiburones están entre los animales marinos más amenazados en todo el mundo, puesto que 316 especies se encuentran amenazadas en la actualidad, sobre todo por la pesca ilegal e incidental.
Países latinoamericanos como México, Perú, Costa Rica y Panamá son los que más mueven el mercado ilegal de aleta de tiburón en la región, exportando sobre todo hacia Asia, aunque también se han encontrado registros de importación en abundancia. En Colombia, la práctica de aleteo está prohibida y, desde 2020, también se prohibió la pesca de tiburón en cualquier forma, sea industrial o artesanal.