Foto: Redes sociales
El Gobierno Nacional inició hace una semana la transición de su nuevo modelo de salud para los docentes en el país. A pesar de “eliminar” a los intermediarios, parecería que el cambió aún no estaba listo para darse, y una gran cantidad de afiliados al Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag) han presentado inconformidades.
Las sedes de Fiduprevisora en todo el país se están viendo inundadas de afiliados al magisterio en búsqueda de respuestas por este cambio tan abrupto. Hasta Bogotá llegaron docentes de otros municipios alegando interrupción en sus procesos de salud y en los de sus familiares.
El Fomag y el Ministerio de Salud aseguran que este nuevo modelo pasa de funcionar con intermediarios a través de diez prestadores a funcionar directamente sin contratos y con instituciones de salud afiliadas al sistema, tanto públicas como privadas y de alta calidad.
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Frente a los retrasos y problemas en la atención que han sufrido los docentes esta semana, José Milton Guzmán, gerente del Fomag, aseguró que, hasta ahora, “la transición no ha sido fácil”, y exculpó al nuevo modelo, declarando que el problema es que “la gente no sabe a dónde ir”.
Hasta el momento se han recibido más de cuatro mil solicitudes de atención, además de las doce mil llamadas que han recibido el Fondo y la Fiduprevisora para resolver los problemas de los afiliados. Si así ha sido la primera semana, ¿qué esperar de un sistema que cuenta con la responsabilidad de cubrir la salud de más de 800.000 colombianos?