📸 Imagen cortesía Alcaldía de Medellín
¿Luz y sombra en la lucha contra el loteo ilegal?
Este 2025, Medellín libra una batalla intensa, con el ruido de la maquinaria derribando muros que no deberían estar allí.
Hasta septiembre, 1.467 construcciones ilegales han caído bajo la acción de la Alcaldía, superando las 1.011 del mismo lapso en 2024. Una cifra que no solo habla de destrucción, sino de una estrategia que combina tecnología, vigilancia y un llamado constante a la conciencia ciudadana.
En los corregimientos de San Antonio de Prado, Villa Hermosa y Altavista se concentran las mayores intervenciones, zonas donde el suelo pareciera ceder tanto ante la naturaleza como ante las irregularidades humanas. La Secretaría de Gestión y Control Territorial, junto a la Policía Metropolitana y la Fiscalía, han impulsado operativos conjuntos que no solo tiran paredes, sino que buscan recuperar, también, más de 13.500 metros cuadrados de espacio público invadido.
“Casi 70 % de las invasiones se concentran en seis comunas,” dice Juan Manuel Velásquez, responsable de la Secretaría, mientras drones y helicópteros vigilan el crecimiento desordenado desde las alturas. La tecnología se convierte en aliada indispensable, porque no se trata solo de demoler, sino de prevenir, controlar y educar.
Pero detrás de cada demolición late una compleja historia de precariedad, ausencia de oportunidades y un terreno que, por su condición geológica o ambiental, no está preparado para ser urbanizado. ¿Es sólo un asunto de legalidad o un reflejo de las desigualdades de Medellín? La pregunta queda suspendida mientras el ruido de la maquinaria continúa, obligando a replantear el equilibrio entre desarrollo, ley y vida humana.
¿Podrá esta lucha frontal equilibrar tanto los derechos como la necesidad urgente de una ciudad para todos? El tiempo y la participación ciudadana serán claves para responder.