Foto: Agencia de Noticias de la República Islámica
Dos explosiones sacudieron la ciudad central de Kerman en Irán este miércoles, 3 de enero, cuando miles de personas se movilizaban hacia la tumba del general Qasem Soleimani, quien fue abatido por Estados Unidos hace cuatro años. El doble atentado dejó un saldo de 84 personas muertas, aunque en un principio se presentó la cifra de 103.
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Durante horas, ningún grupo se adjudicó este ataque en el centro de Irán y altos funcionarios de este país llegaron a sospechar que se tratara de una operación israelí, teniendo en cuenta el ataque que tuvo lugar en Beirut, Líbano, este martes, en el que fue abatido uno de los máximos líderes políticos de Hamás.
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Sin embargo, este jueves fue el Estado Islámico (ISIS) quien tomó la responsabilidad por este atentado, más de 24 horas después de haberlo cometido. De acuerdo con un comunicado compartido por este grupo yihadista, dos militantes habrían sido los encargados de detonar los explosivos que cargaban con ellos, cometiendo atentados suicidas.
Estas declaraciones difieren de las entregadas por las autoridades iraníes, quienes aseguraron que los explosivos fueron activados a distancia y a control remoto, y no como obra de atentados suicidas, como propone ISIS.
