En Giraldo, Antioquia, una mujer de 49 años fue judicializada por presuntamente maltratar y obligar a abortar a su hija de 15 años. El 4 de mayo de 2025, un juez de control de garantías le impuso medida de casa por cárcel mientras avanza el proceso.
Según informes preliminares, la mujer ejerció presión psicológica sobre la menor para que interrumpiera su embarazo en contra de su voluntad, además de someterla a constantes maltratos. Este caso se suma a otros reportados recientemente en América Latina, donde menores de edad son forzadas a este tipo de procedimientos.
Expertos en psicología infantil advierten que estas situaciones generan graves traumas psicológicos. «Cuando se fuerza a una menor a tomar decisiones sobre su cuerpo en contra de su voluntad, esto constituye una forma de violencia que puede dejar secuelas permanentes», señalaron especialistas.
Las autoridades de Antioquia han manifestado preocupación por el aumento de casos de violencia intrafamiliar que involucran a menores. La Fiscalía General de la Nación continúa recabando pruebas para fortalecer el proceso judicial. La menor permanece bajo protección estatal mientras se define su situación.
La comunidad y las autoridades hacen un llamado a denunciar y prevenir estos hechos que afectan los derechos y la integridad de las adolescentes en la región. Se esperan próximas audiencias que determinen el curso definitivo del caso.
