En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Flandes, Tolima, la Fiscalía General, a través del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma), ha presentado ante un juez de control de garantías a Ernesto López Medina. El acusado, que se hacía pasar por médico veterinario, está implicado en la muerte de un perro llamado Negro, al cual, según informes, intentó aplicar una eutanasia humanitaria que resultó en un entierro prematuro del animal aún con vida.
Durante el período de febrero a diciembre de 2020, López Medina había estado tratando al animal, suministrando le varios medicamentos en un intento por mejorar su salud. Pero exactamente, el 11 de diciembre de 2020, fue cuando, bajo condiciones de salubridad cuestionables, inyectó al canino una sustancia desconocida y lo sepultó sin verificar adecuadamente su estado. Afortunadamente, ciudadanos alertados encontraron al perro y lo trasladaron de urgencia a una clínica veterinaria. A pesar de los esfuerzos por salvarlo, Negro falleció debido a la gravedad de los daños físicos que había sufrido.
Por estos graves hechos, la Fiscalía imputó a López Medina el delito de maltrato animal agravado, aunque el acusado no aceptó los cargos. Este caso subraya la importancia de asegurar que los animales reciban cuidados de profesionales debidamente certificados y la necesidad de vigilancia continua contra el maltrato animal.