📸 Cortesía: Invision
¿Alas de fuego en Nueva York?
La noche del 15 de octubre de 2025 quedó grabada no solo en el calendario, sino en la memoria colectiva que sigue de cerca la moda y la música. En pleno corazón de Nueva York, Karol G rompió uno de los techos más altos de la industria: fue la primera artista en interpretar un espectáculo totalmente en español durante el renacido Victoria’s Secret Fashion Show.
Karol G, figura emblemática de la música urbana latinoamericana, subió al escenario envuelta en un catsuit rojo de encaje y transparencias, sus alas escarlata no solo replicaban el ícono de la marca, sino que lo transformaban en un símbolo de empoderamiento y orgullo latino. Interpretó “Ivonny Bonita” y “Latina Forever” con una fuerza que fue más allá del ritmo: fue una declaración de identidad en medio de un show donde la diversidad quiso ser protagonista.
Este evento, transmitido en todo el mundo por plataformas digitales como Amazon Prime Video y YouTube, apostó por un mensaje renovado. Modelos de diversas nacionalidades y cuerpos distintos compartieron pasarela con intérpretes femeninas de géneros variados, desde la icónica Missy Elliott hasta el fenómeno surcoreano TWICE, haciendo evidente la apuesta por la inclusión en un mercado que durante años resistió esos cambios.
Mientras las luces cálidas bañaban la pasarela y proyecciones de paisajes tropicales envolvían el escenario, Karol G no solo cantaba; caminaba junto a supermodelos de renombre como Emily Ratajkowski, Adriana Lima y Alessandra Ambrosio, mostrando que la moda y la música pueden ser aliados poderosos para celebrar raíces y diversidad corporal.
Quizás lo más significativo es que, tras más de dos décadas de historia del desfile, esta fue la primera vez que el idioma español resonó íntegro y sin traducciones en su acto musical. Esa presencia, más allá de un simple dato, pone en el centro la cultura latina que durante tanto tiempo fue un borde olvidado en las grandes vitrinas del mainstream. ¿Se abre entonces una nueva era en la representación de identidades culturales? ¿O este será solo un destello aislado en la gran pasarela global? La pregunta queda en el aire, mientras sus alas escarlata parecen invitar a volar hacia nuevas posibilidades.
