Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge, ha demostrado que nuestra percepción del tiempo está influenciada por los latidos del corazón y esta tenían una mayor actividad en una región específica del cerebro llamada corteza prefrontal medial.
Este estudio puede tener implicaciones importantes para el tratamiento de trastornos neurológicos que afectan la percepción del tiempo, como el TDAH y la enfermedad de Parkinson
La idea de que nuestros latidos puedan estar relacionados en nuestra percepción del tiempo no es nueva y se remonta a la antigüedad; los expertos sugieren que nuestros pensamientos y emociones pueden distorsionar nuestra percepción del tiempo, haciendo que parezca que avanza más rápido o más lento.
Sin embargo, esta distorsión se refleja más en cómo pensamos o estimamos el tiempo, en lugar de nuestra experiencia directa en el momento presente.
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