La importancia de las mujeres en la vida de Jesús

La mujer samaritana (Juan 4:1-42)

En esta historia, Jesús se encuentra con una mujer samaritana en un pozo y tiene una conversación muy significativa. Jesús habla con la mujer a pesar de las barreras culturales que existían entre los judíos y los samaritanos en ese tiempo. La mujer samaritana se convierte en una de las primeras evangelistas del Nuevo Testamento y lleva a su comunidad a conocer a Jesús.

La historia de la mujer samaritana nos permite reflexionar acerca de que no hay barreras culturales ni de género que impidan que Dios se acerque a las personas y que las use como instrumentos para llevar su amor y su mensaje a otros.

Asimismo, nos permite recordar que cada persona, independientemente de su origen o pasado, tiene valor y puede ser utilizada por Dios de manera significativa.

La mujer que ungió los pies de Jesús (Lucas 7:36-50)

En este relato bíblico una mujer pecadora entra en una casa donde Jesús estaba cenando y unge los pies de Jesús con aceite perfumado.

Los demás invitados de la cena se sorprenden y critican a la mujer, pero Jesús defiende su acción y la perdona.

La historia de esta mujer que ungió los pies de Jesús nos enseña que todas las personas, independientemente de su pasado, pueden arrepentirse y ser perdonadas por Dios.

Jesús muestra amor y compasión hacia esta mujer, y nos recuerda que debemos hacer lo mismo con los demás, perdonarlos, sin juzgarlos por su pasado o por los errores que hayan cometido.

La resurección de Lázaro (Juan 11:1-44)

En esta historia, Jesús llega a un pueblo donde sus amigos Marta y María lloran la muerte de su hermano Lázaro. Jesús se conmueve ante su dolor y resucita a Lázaro de entre los muertos.

La resurrección de Lázaro es una historia bíblica que nos permite reflexionar acerca del amor y la compasión de Jesús hacia aquellos que están sufriendo porque en ese momento de dolor y tristeza, Jesús les ofrece palabras de consuelo a esas mujeres y les promete que Lázaro resucitará de entre los muertos.

A pesar de las dudas de Marta, Jesús demuestra su poder y su amor al resucitar a Lázaro, trayéndolo de vuelta a la vida y devolviéndole a su familia.

Tanto para las mujeres como para los hombres, este relato es una poderosa muestra del amor y de compasión que Jesús tiene por nosotros, recordándonos que, incluso en nuestros momentos más oscuros y dolorosos, Jesucristo está con nosotras y nos ofrece su amor y su ayuda.

Además, nos muestra que, al igual que Marta y María, podemos acudir a Jesús en nuestras horas de necesidad y confiar en su poder para aliviar nuestras cargas.

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