La Oficina de Derechos Humanos ha denunciado abusos por parte de las tropas israelíes hacia los detenidos palestinos, calificando algunas acciones como posibles actos de tortura. Hombres que estuvieron detenidos por las fuerzas de seguridad israelíes durante períodos que oscilan entre 30 y 55 días describieron haber sido golpeados, humillados y sometidos a malos tratos.
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Los testimonios incluyen relatos de vendas en los ojos durante largos periodos, limitado acceso a la higiene personal, y liberación en condiciones inadecuadas. Según Ajith Sunghay, director de la Oficina para los territorios palestinos ocupados, estos informes coinciden con la información recopilada sobre la detención de palestinos a gran escala, muchos de ellos civiles, recluidos en secreto sin acceso a sus familias, abogados o protección judicial efectiva.
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Se estima que hay miles de detenidos, y las familias no han recibido información sobre el paradero o la situación de sus seres queridos. La Oficina de Derechos Humanos insta a Israel a tomar medidas urgentes para garantizar que todos los detenidos reciban un trato acorde con las normas internacionales de derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Además, se exige el pleno respeto de los derechos a un juicio con todas las garantías y se insta a que, a menos que Israel pueda demostrar motivos imperiosos de seguridad, las personas detenidas sean acusadas o puestas en libertad.
