
En las últimas semanas, se han presentado posiciones opuestas sobre la nueva estrategia de seguridad que implica regular el ingreso a la icónica Plaza Botero, zona en la que se han reportado altos índices de inseguridad. Algunos colectivos de la zona han manifestado que han sido discriminados por su forma de vestir y se les ha denegado el ingreso a la plaza. Además, los comerciantes de otras zonas del centro señalaron que las problemáticas que tenía la plaza solo se trasladaron a otros sitios cercanos.
Incluso el maestro Fernando Botero envió un comunicado al Museo de Antioquia señalando que la donación de 23 esculturas había sido para el disfrute de toda la ciudadanía, “La Plaza es un espacio artístico del Museo de Antioquia y de Medellín, así se concibió y bajo ese concepto hice la donación. Que la ciudad transite libremente, así debe estar”, el maestro además solicitó enviar el comunicado a la Alcaldía de Medellín.
El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, respondió a la solicitud explicando que esto no debía ser llamado un cerramiento, sino un “abrazo”, y que la estrategia no solo había mejorado los índices de seguridad y orden en la Plaza, sino que también habían reactivado 15 rutas de turismo y ahora hay mucho más tránsito de ciudadanos en la zona.